La limpieza de las prendas se basa en dos sistemas: en seco o en agua. Se optará por uno u otro sistema dependiendo del tipo de fibra, el color y el grado de suciedad de la prenda.
El proceso de limpieza en agua es parecido al proceso que lleva a cabo una lavadora, pero utilizando máquinas de limpieza en mojado profesionales, que tratan la prenda con toda la delicadeza que requiere.
El proceso de planchado es el proceso final que se aplica a las prendas después de su correspondiente limpieza. Su finalidad es eliminar las arrugas producidas durante el proceso de limpieza. En el planchado de cada prenda se tienen en cuenta tres factores fundamentales que varían para cada tipo de prenda: